Join us for the best summer yet!

Mantén tu atención donde corresponde

Ideas de Aplicación Metafísica para la Lección Bíblica trimestral de la Ciencia Cristiana sobre

“La Materia”

17 de septiembre de 2023

por Craig L. Ghislin, C.S. Godfrey, Illinois

craig.ghislincs@icloud.com  / oficina 630-830-8683, celular 630-234-3987

Traducción libre por Rafael Ramírez y autorizada por Warren Huff.


INTRODUCCIÓN

¿Dónde está tu atención en este preciso momento? ¿Estás plenamente presente? ¿O tu atención está dividida entre la tarea que tienes entre manos y las actividades del día siguiente, o de ayer?

Ahora ampliemos el marco temporal. ¿Dónde se centra generalmente tu atención? ¿Está tu vida centrada en las posesiones? ¿En los problemas? ¿En las finanzas? ¿En el tiempo? ¿En la política? ¿Conflicto mundial? ¿Criminalidad? ¿Peso? ¿La salud? El Texto Áureo nos invita a cuestionar nuestro enfoque. Aunque varias traducciones inglesas de la Biblia sitúan este versículo en el estrecho contexto de las riquezas materiales, sólo la versión King James lo expresa de forma más amplia: “¿Has de poner tus ojos en aquello que no es?…” (Prov. 23:5)

Las “palabras del Predicador” de la Lectura alternada de esta semana se explayan sobre la naturaleza efímera de los afanes basados en la materia. Salomón dedicó su vida a acumular posesiones y experiencias materiales. Con el tiempo, se dio cuenta de que nada de eso le satisfacía. (Eclesiastés 1:1, 2; 2:4–8, 10, 11, 26)

El Comentario Bíblico Completo de Matthew Henry lo describe de esta manera:

“Salomón, en busca del summum bonum, de la felicidad del hombre, sale de su estudio, de su biblioteca, de su laboratorio, de su sala del consejo, donde en vano la había buscado, para ir al parque y a la casa de juegos, a su jardín y a su casa de verano; cambia la compañía de los filósofos y de los senadores graves por la de los ingeniosos y galantes, y de los beaux-esprits (bellos espiritus), de su corte, para probar si podía encontrar verdadera satisfacción y felicidad entre ellos. Aquí da un gran paso hacia abajo, desde los nobles placeres del intelecto a los brutales del sentido; sin embargo, si decide hacer una prueba a fondo, debe llamar a esta puerta, porque aquí una gran parte de la humanidad cree haber encontrado lo que él buscaba.”

El Comentario Bíblico de Smith parafrasea la decepcionante conclusión de Salomón:

“No hay beneficio en nada de esto. Estaba vacío. Seguía vacío. Seguía frustrado. Ves, esta es la vida en el nivel humano. Esta es la negación de la naturaleza espiritual. Es tratar de vivir tu vida aparte de Dios. Tratar de encontrar satisfacción y significado aparte de Dios. Nunca lo lograrás”.

Salomón se da cuenta de que lo realmente valioso son los dones que Dios concede a quienes son buenos a sus ojos: ” sabiduría, ciencia y gozo;…” (Eclesiastés 2:26) Como para rematar con una idea editorial, las palabras de Jesús recogidas por Juan hablan con una brevedad asombrosa: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha;…” (Juan 6:63).


SECCIÓN 1: En sintonía con el espíritu

 Es evidente que la búsqueda de la felicidad de Salomón fracasó porque la buscaba en los lugares equivocados. Entonces, ¿dónde está tu atención? La sabiduría mundana nos inunda con las falsas promesas de que nuestra satisfacción, felicidad, salud, seguridad y comodidad se pueden encontrar a través de métodos materiales y en cosas materiales. El salmista, sabe dónde mirar, esperando en Dios “todo el día” (1 | Salmos 25:5, 12–14).

A pesar de la “psicología pop” del “pensamiento positivo”, el verdadero secreto de la vida reside en nuestra comprensión de Dios y de nuestra relación con Él, o con Ella, si lo prefieres. Morar en la realidad del Espíritu nos trae una tranquilidad que no puede ser perturbada. Todas las doctrinas, teorías, estrategias y previsiones humanas son fluidas, cambiantes y, en última instancia, poco fiables. Por mucho que las ciencias materiales pretendan hablar con la autoridad de la ley permanente, hay quienes empiezan a admitir lo contrario. En un reciente artículo publicado en el New York Times se afirma lo siguiente:

“Físicos y astrónomos empiezan a tener la sensación de que algo puede estar realmente mal. No es sólo que algunos de nosotros creamos que podríamos tener que replantearnos el modelo estándar de cosmología; también podríamos tener que cambiar la forma en que pensamos sobre algunas de las características más básicas de nuestro universo, una revolución conceptual que tendría implicaciones mucho más allá del mundo de la ciencia.”

Por el contrario, las verdades espirituales nunca cambian (2 | Deuteronomio 29:29). Debemos tener presente que estos conceptos espirituales son sabiduría antigua que ha sobrevivido a los siglos. Ya en el siglo I de la era común, Pablo cuestionaba la costumbre de buscar respuestas en la materia: ” ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?” (3 | Gálatas 3:3).

La Descubridora de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, no sólo comienza con el Espíritu, ¡sino que también continúa con él y termina con él! La primera cita de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras en la Lección de esta semana es lo que la autora denomina: “la declaración científica del ser” (1 | 468:8–15). Piénsalo despacio. “Ser” es el lugar en el que te encuentras. ¿Cuál es tu estado de ser? ¿Dónde moras? Creer que nuestro ser está en la materia es infructuoso. Nuestro objetivo debe ser “Ser” en Espíritu porque es ahí donde está todo el verdadero ser.

El descubrimiento de la Ciencia Cristiana por parte de Mary Baker Eddy dio un vuelco a nuestra forma de pensar sobre la materia, influyendo tanto en la teología como en la medicina al centrar el pensamiento únicamente en Dios (2 | 107:1, 10). En su libro de texto, la autora describe brevemente cómo descubrió estas leyes espirituales que denominó Ciencia Cristiana.

En la Ciencia Cristiana, no estamos trabajando para cambiar la materia enferma, o rota, en materia sana. En realidad, no estamos tratando con la materia. Recuerda también que nunca podemos “ser o estar” realmente en la materia porque la materia no es un estado o condición. Más bien, estamos trabajando desde el punto de vista de que el Espíritu es la única realidad, y que la materia no es más que una percepción errónea de la realidad. Este descubrimiento enseñó al autor que lo que se nos presenta como males o enfermedades materiales son “el falso testimonio del falso sentido material de que hay mente en la materia;” [y] “que este falso sentido desarrolla, en creencia, un estado subjetivo de la mente mortal que esta misma así llamada mente denomina materia, excluyendo así el verdadero sentido del Espíritu.” (3 | 108:18–3).

Describir la materia como un estado subjetivo de creencia significa que no está fuera de nosotros, sino dentro del pensamiento. A través de su curación inicial provocada sólo por la oración, e innumerables otras, llegó a esta proposición: “que la Mente es el Todo y la materia es nada”. Incluso en nuestro mundo moderno de física cuántica, teorías de realidades múltiples y recientes descubrimientos cosmológicos, la Ciencia Cristiana es verdaderamente una “revolución conceptual” con “implicaciones que van mucho más allá del mundo de la ciencia.”


SECCIÓN 2: Un esfuerzo condenado desde el principio

El meollo del problema, según Mary Baker Eddy, se encuentra en afirmaciones bíblicas como ésta del Eclesiastés: “He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.” (4 | Eclesiastés 7:29).

Un ejemplo de ello es la Torre de Babel (5 | Génesis 11:1, 4–9) Hay varias teorías sobre quiénes fueron los constructores. Una fuente dice que se creía que eran gigantes. Fuesen quienes fuesen, el Comentario Bíblico Bridgeway explica la mentalidad sospechosa de los constructores:

Los habitantes de esta región, orgullosos de la sociedad que habían establecido, mostraban el mismo espíritu anti-Dios que había provocado el juicio de Dios a través del diluvio. Se unieron para construirse una nueva ciudad que los hiciera famosos y les diera total seguridad. Decidieron coronar su ciudad con lo que ellos consideraban un rascacielos, como símbolo de su avanzada civilización y de su completa autosuficiencia.

Parece una forma de pensar contemporánea, ¿verdad? Los Comentarios bíblicos de Coffman sitúan la situación en su contexto histórico:

La construcción de la torre de Babel fue en realidad el destronamiento de Dios y el establecimiento del paganismo como su sistema de culto. … Se produjo el cambio de gobierno en una dictadura militar con un poder cruel y opresivo, y también la creación y promulgación de un sacerdocio que construyó allí mismo, en Babilonia, un panteón de dioses paganos y elaboró el paganismo en un sistema religioso que iba a prevalecer en todo el mundo hasta … 389 d.C.

Cualesquiera que sean los detalles, en general, los comentaristas coinciden en que la construcción de la torre representa un ambicioso intento de independizarse del poder de Dios.

La extralimitación del ser humano y su negativa a aceptar los límites suelen conducirle a la autodestrucción. Muchos relatos del Antiguo Testamento muestran a Dios celoso de que la humanidad descubra lo que Él sabe, como si fuera un secreto. ¿Tiene sentido? Para empezar, Dios nunca puso al hombre en la materia. ¿Es la historia de Babel sobre un Dios celoso? ¿Cómo podría sentirse amenazado el Todopoderoso Creador del Universo? ¿O es la historia de la arrogancia humana y de su incapacidad para aceptar los límites?

¿Podemos acercarnos demasiado a Dios? Aunque gran parte de la investigación científica a lo largo de los años ha estado motivada por el afán de descubrir cómo y por qué funcionan las cosas, el énfasis se ha ido desplazando lentamente hacia la utilización de los descubrimientos científicos para encontrar formas de que la humanidad ejerza control sobre los procesos naturales. La experimentación en ingeniería genética e inteligencia artificial ha provocado en algunos sectores la preocupación de que la comunidad científica esté “jugando a ser Dios”. Los físicos incluso utilizan un lenguaje como: “encontrar la partícula de Dios”. Como reconoce el artículo del NY Times, los físicos teóricos son muy conscientes de lo cerca que se está acercando la ciencia al ámbito de la filosofía y la teología. Cuando los astrónomos descubrieron lo que se cree que es “el borde del universo” a finales de la década de 1970, recuerdo que le pregunté a mi profesor de astronomía qué había más allá. Me respondió sin vacilar “Esa es una cuestión teológica”.

Las citas de Ciencia y Salud se centran en la idea de que construir sobre una premisa material es un camino intrínsecamente peligroso que conduce a “más cierta es la caída…” (4 | 581:17–23). Recuerde que, a diferencia de las leyes de la física, las leyes espirituales son inmutables y aplicables en todo lugar y tiempo.

Hay que admitir que es sumamente interesante investigar los orígenes y las leyes materiales, y que muchos descubrimientos han sido beneficiosos para la humanidad, pero en la misma medida en que inclinamos nuestra atención hacia la materia, sin tener en cuenta el Espíritu, nos estamos alejando de la Mente. (5 | 168:6–8). El pensamiento del mundo por sí mismo se contradice constantemente. La creencia de que el mal y el bien coinciden crea un marco imposible que “se tambalea hasta caer” (6 | 389:23). En lugar de que Dios tome medidas para desbaratar las invenciones de la humanidad, en realidad es al revés. La creencia mortal siempre está buscando razones para limitar y obstruir las leyes del Espíritu. Como escribe la Descubridora de la Ciencia Cristiana: “La determinación de mantener el Espíritu en las garras de la materia es el perseguidor de la Verdad y el Amor.” (7 | 28:6).

En la historia de Babel, Dios interviene para detener el esfuerzo de la humanidad por romper los límites y alcanzar el cielo. No es Dios, sino la mente mortal, la que hará todo lo posible por interrumpir nuestro viaje hacia el cielo. Dios quiere que estemos lo más cerca posible de Él. ¿Cómo podría preocuparle a la Mente omnipotente que el hombre conozca la verdad? El mensaje de la Torre de Babel es el siguiente: no podemos llegar a Dios construyendo sobre cimientos materiales.

Hay que reiterar que no juzgamos las ciencias físicas y sus descubrimientos. Muchos de los últimos descubrimientos están demostrando que la materia no es lo que creíamos que era. La dificultad está cuando dejamos a Dios fuera de la ecuación. Lo miremos como lo miremos, si otorgamos a la materia el mismo poder que al Espíritu, nos metemos en un lío. Nuestro libro de texto nos dice que hacerlo nos lleva a un dilema de dos cuernos (8 | 119:1). Sin Dios, creemos que la materia actúa por sí misma y que Dios es impotente o inexistente. Si creemos que Dios hizo la materia, significa que Dios es responsable de todos los males. Ninguna de estas conclusiones es cierta.

A la gente le encanta cubrirse las espaldas queriendo las dos cosas, pero en metafísica espiritual, no puedes quedarte sentado en la valla (9 | 167:23–27). Debemos razonar a partir de una fuente, no de dos. Nuestra atención se centra en el Espíritu, Dios y el hombre como idea espiritual de Dios.


SECCIÓN 3: Cuando surgen tormentas

¿Quién no ha tenido un momento en el que se ha sentido abrumado por su situación? Lo más probable es que esto ocurra cuando nuestra atención se fija en el problema y no en Dios. La oración del salmista para que Dios le condujera a un terreno más elevado es la que muchos de nosotros hemos orado (6 | Salmos 61:2). Cristo Jesús nos enseñó a mirar siempre a Dios más que al problema. Enseñó que, sea cual sea el reto, con “Dios todo es possible” (7 | Mateo 19:26).

Mateo relata que, después de dar de comer a los cinco mil, Jesús “obligó” a sus discípulos a subir a un barco para dirigirse a su próximo destino, mientras él se quedaba rezando (8 | Mateo 14:22–32). Los comentaristas explican que la palabra “obligó” significa algo más que una simple petición: es una exigencia urgente. En el contexto, Jesús acababa de dar de comer a cinco mil hombres, además de a mujeres y niños. Según el Evangelio de Juan, las multitudes estaban tan afectadas por el milagro que querían tomar a Jesús por la fuerza y coronarlo rey. Por eso, Jesús tuvo que apaciguar inmediatamente la situación, alejando a los discípulos para que él pudiera encontrar un lugar tranquilo donde orar.

Mientras Jesús oraba a solas en privado sobre sus propias “tormentas” de tentación, los discípulos se enfrentaban a una tormenta literal que amenazaba sus vidas. Una vez que el Maestro superó su propia tormenta, caminó sobre las olas hacia los discípulos y los rescató de la suya. Jesús se acercó a los discípulos caminando sobre el mar, y Pedro aceptó la invitación de Jesús a hacer lo mismo. Las cosas iban bien hasta que la atención de Pedro en Jesús se desvió hacia el viento y las olas. Por supuesto, Jesús le tendió la mano para salvarle.  Jesús le preguntó a Pedro: “¿Por qué dudaste?”. Esto se puede parafrasear: “¿Por qué tu atención estaba en el problema, mientras yo estaba contigo todo el tiempo?”. Es una pregunta que podríamos hacernos cuando nos hundimos en las olas.

Desde luego, la Ciencia Cristiana acepta que tanto si las tormentas a las que nos enfrentamos son figurativas como literales, “todo es posible para Dios” porque la materia no es real. Independientemente del tipo de tormenta a la que nos enfrentemos, Dios siempre está disponible para salvarnos. Jesús lo demostró actuando “en directa oposición a las leyes materiales.” (10 | 273:24). Independientemente del desafío, la ley divina se impone a la discordia de todo tipo (11 | 182:33).

Al hojear las noticias de hoy, encontramos informes de todo tipo de tormentas amenazadoras. Invasiones continuas, injusticias, conflictos políticos, incendios, huracanes e inundaciones son todos ejemplos de lo que Mary Baker Eddy llama “ferocidad bestial”. Ella también utiliza una frase que puede resultar desconcertante: “vana furia” (12 | 293:22–25). Vano significa “que ha perdido la vida y el espíritu; muerto, inanimado apagado”. “Furia” se define como “precipitación violenta; furia; una tormenta de ira; turbulencia; calor de la mente”. En mi opinión, “insípido” y “furia” parecen contradecirse.

El encabezamiento marginal: “Las fuerzas falsificadas”, ofrece cierta resolución. Al ser falsas, estas fuerzas “bestiales” son males sin sentido, sin inteligencia ni dirección. En la cita (13 | 124:28), el autor nos dice que mientras la mente humana cree que estamos gobernados por fuerzas de la materia, “la Ciencia divina declara que pertenecen por entero a la Mente divina…” Así que, podemos concluir, “los males involuntarios sin mente, no tienen control sobre la creación de Dios.”

Como se mencionó anteriormente, también podemos aplicar estas leyes de la protección de Dios a las tormentas de la enfermedad y el pecado que nos tientan (14 | 495:16–23). Las indicaciones del libro de texto son directas. Aferrarse a Dios, “No permitas que nada sino Su semejanza” en nuestro pensamiento y no permitir el miedo y la duda. Mantener un “claro sentido y calma confianza” en que el reconocimiento de la ley de Dios destruirá todo lo que parezca oponerse a ella. Eso es mantener nuestra atención donde debe estar: en el Espíritu.


SECCIÓN 4: Mantener un enfoque correcto

 Aferrarse firmemente a Dios, cuando, para el sentido humano, la evidencia nos grita, requiere una fe real. No nos equivoquemos: aferrarse a Dios ante los desafíos puede parecer una tarea desalentadora. El salmista mantuvo su audaz confianza en Dios demostrando que, cuando tu atención está puesta en Dios, no hay nada que temer. Escribe: “En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?” (9 | Salmos 56:4, 13).

Sin embargo, hay momentos en los que la situación parece desesperada, y orar parece casi ridículo. La curación de la hija de Jairo es un buen ejemplo. Las multitudes eran tan apremiantes como lo habían sido las olas. Las exigencias eran enormes. Sin embargo, Jesús se centró en lo más importante, e incluso se tomó tiempo para curar a alguien por el camino. Cuando parecía que era demasiado tarde para curar a la niña porque había muerto, Jesús no se inmutó. Le recordó con confianza al angustiado padre que no tuviera miedo y que “sólo creyera”.  En otras palabras: “No hagas caso de las pruebas materiales. Mantén tu atención en Cristo”. ¿Cómo te sentirías tú en esa situación? Una vez que llegó a la casa, la angustia mental y el ruido de los dolientes crearon otra atmósfera tormentosa. Los indicios eran claros de que Jesús había llegado demasiado tarde, y los presentes “se burlaban de él”. Pero Jesús practicó lo que enseñaba a los demás. Apartó todas las distracciones para poder mantener su atención en Dios, y el niño sanó (10 | Marcos 5:21–24, 35–42)

Para el sentido humano, a menudo parece que no hay nada que hacer; que es demasiado tarde-imposible que Dios supere la evidencia material. Pero la Descubridora de esta Ciencia del Cristo tenía plena fe en todas las declaraciones de Jesús, incluso cuando dijo: “El que guarda mi palabra, nunca verá muerte.” Nos dice que la clave para lograr esta comprensión es ” separarse del error” -mantener nuestra atención plenamente invertida en nuestra confianza sólo en Dios (15 | 429:32–10)

En última instancia, la materia no tiene nada que decir sobre nada (16 | 210:26–27). Es un “simulacro”, término acuñado por el filósofo Jean Baudrillard que significa “la generación por modelos de un real sin origen ni realidad” [énfasis añadido]. O en términos llanos “una copia de una copia sin original”. Es una mentira hablando consigo misma y creyendo lo que dice: la mente mortal hipnotizada por su propia mentira. Nuestro objetivo es apartarnos de esta falsa imagen y llevar nuestra atención a Dios haciéndonos plenamente conscientes de la verdad.  Ciencia y Salud lo describe de esta manera: ” Toma consciencia por un solo momento de que la Vida y la inteligencia son puramente espirituales —ni están en la materia ni son de ella— y el cuerpo entonces no proferirá ninguna queja.” (17 | 14:12–18). La clave aquí es saber que la Vida es puramente espiritual, apartándose completamente de la materia y centrándose al 100% en el Espíritu.

Este es el “momento dorado” al que todos aspiramos. Aunque parezca lo contrario, es posible conseguirlo. Cuando lo hacemos, lo aparentemente imposible se convierte no sólo en posible, sino en seguro.


SECCIÓN 5: Lleva tu atención a la verdadera fuente

Las citas bíblicas de esta sección se centran en el encargo de Jesús a sus discípulos de salir y llevar su mensaje a un público más amplio. La mayoría de los comentarios hacen hincapié en la practicidad de las instrucciones de Jesús, que significan simplemente que viajen ligeros de equipaje para un viaje corto (13 | Lucas 9:1–4, 6) Los comentarios también tienden a restar importancia a la parte curativa del encargo. Sin embargo, si tenemos en cuenta el pasaje de Juan que dice: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.” (12 | Juan 6:35), está claro que Jesús está instando a los discípulos a que presten atención al Cristo y a sus enseñanzas, y tendrán todo lo que necesitan.

Jesús nos recuerda que, en nuestro camino espiritual, la materia no tiene nada que ofrecernos que nos ayude, alimente, abastezca, proteja o cure. Debemos permanecer en Él y dejar atrás la materia. Independientemente de nuestra circunstancia, nuestras necesidades están cubiertas, y tenemos la comisión y la autoridad divina para demostrar dominio sobre la carne.

Ciencia y Salud considera cada relato bíblico de necesidades cubiertas como prueba del poder del Espíritu, la Mente divina sobre la materia (18 | 139:4–5, 8–9). Jesús enseñó a sus discípulos a mantener el poder del Espíritu en el primer plano del pensamiento (19 | 271:7–8), pero también a buscar en Dios lo que muchos denominan “necesidades prácticas”, como el alimento y el vestido. Mary Baker Eddy estaba totalmente de acuerdo con todo esto y nos animaba a nosotros, como discípulos modernos, a acudir también a Dios para todas nuestras necesidades. (Véanse las citas: 20 | 530:5–12; 21 | 442:25–28).

Me parece interesante que, mientras que la mayoría consideraría las necesidades diarias como “necesidades prácticas”, Mary Baker Eddy considera la curación espiritual como de “mayor importancia práctica” (22 | 37:17–18, 22). En resumen, ella esperaba que siguiéramos las de Jesús en todos los sentidos, no sólo en algunos de ellos. Si mantenemos nuestra atención en el Espíritu, estaremos conformándonos a su ejemplo.


SECCIÓN 6: Un hecho, una fe, un objetivo

 La última sección de la Lección resume lo que se requiere de nosotros. “El fin de todo el discurso” es “Teme a Dios, y guarda sus mandamientos” (14 | Eclesiastés 12:13). La Biblia Amplificada hace un magnífico trabajo ampliando este versículo:

Todo ha sido oído; el fin de todo el asunto es éste: Temed a Dios [reverenciadle y adoradle, sabiendo que Él es] y guardad sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre [el propósito pleno y original de su creación, el objeto de la providencia de Dios, la raíz del carácter, el fundamento de toda felicidad, el ajuste a todas las circunstancias y condiciones inarmónicas bajo el sol] y el todo [deber] para todo hombre.

Se trata de mantener nuestra atención en Dios. ¿Cómo? Las citas finales de (15 | 1 Tesalonicenses 5:16, 17, 19, 21) nos ofrecen otra lista de las mejores prácticas espirituales. De nuevo, La Biblia Amplificada lo expresa bien:

Alégrense [en su fe] y regocíjense y alégrense de corazón continuamente (siempre);

Sé incesante en la oración [orando perseverantemente]:

No apaguéis (suprimáis o sojuzguéis) al Espíritu [Santo];

Sino prueba y comprueba todas las cosas [hasta que puedas reconocer] lo que es bueno; [a eso] aférrate.

Se trata de mantener nuestra atención donde debe estar. Cuando nos enfrentamos a desafíos -especialmente los que parecen gigantescos o continuos-, a veces nos desanimamos. Hacemos bien en mantener una actitud optimista y expectante, y centrar nuestra atención en la realidad espiritual de las cosas. Cada momento ofrece una nueva oportunidad para una nueva inspiración. No te rindas: no perseveres con voluntad humana, sino con dominio y autoridad. Mantén la llama encendida: cuídala y resiste la tentación de dejar que las nociones empapadas de miedo y duda apaguen tu chispa espiritual. Aunque “probar” algo generalmente implica sólo una probabilidad de éxito del 50/50, tenga en cuenta que en La Biblia Amplificada no aceptamos el fracaso aparente. Trabajamos “hasta que [podamos] reconocer” la realidad, y luego nos aferramos a ella.

Todas estas prácticas constituyen lo que Ciencia y Salud denomina “razonar correctamente” manteniendo “un solo hecho ante el pensamiento, a saber, la existencia espiritual.” (23 | 492:3–5, 7).  Existimos donde están nuestros pensamientos, donde está nuestra atención.  Ciencia y Salud define “Ser” como “santidad, armonía, inmortalidad”. ¿Es aquí donde está tu conciencia? ¿Tenemos más fe en Dios o en el hombre? Cuando estamos en la Verdad, y nuestra atención está plenamente comprometida con Dios, nada puede impedirnos sanar (24 | 368:15).

Haciéndonos eco de “las palabras del predicador” en el Eclesiastés, esto es todo el hombre, de lo que se trata (25 | 340:4–11). Así pues, pregúntate con regularidad, ya sea en crisis o en paz: “¿Dónde está mi atención?”. Si te centras en la materia no te estás centrando en el Espíritu. Sigue la sabiduría del Maestro y mantén tu atención donde debe estar.

American Camp Association

MAIN OFFICE
(November - May)
410 Sovereign Court #8
Ballwin, MO 63011
(636) 394-6162

CAMP OFFICE
(Memorial Day Weekend - October)
19772 Sugar Dr.
Lebanon, MO 65536
(417) 532-6699

Support our mission!

CedarS Camps

Back
to top