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Espera en Dios y Acepta el Proceso

Ideas de Aplicación Metafísica para la Lección Bíblica Trimestral de la Ciencia Cristiana sobre

“Probación después de la muerte”

del 19 al 25 de abril de 2021

por Craig L. Ghislin, C.S. Godfrey, IL

craig.ghislincs@icloud.com / (630) 830-8683; cell/text (630) 234-3987

Traducción Libre de Maria Luisa Heron autorizada por W. Huff

¿Estás acostumbrado a conseguir que las cosas te lleguen rápido? En estos días, una amplia variedad de bienes y servicios están al alcance de la mano y con el solo clic del ratón. No estamos acostumbrados a esperar por las cosas. El esperar requiere de paciencia. De hecho, el tema de esta lección implica la necesidad de tener paciencia. La prueba significa: “el acto de probar; juicio; examen; cualquier procedimiento diseñado para determinar la verdad” (Diccionario de referencia del estudiante). ¿Cómo se aplica esto a la oración? En la Ciencia Cristiana existe la expectativa de una curación rápida, y si las cosas toman más tiempo del esperado, podemos sentir la tentación de frustrarnos y desanimarnos. No obstante, si perseveramos es porque tenemos esperanza. Nuestra esperanza no es que eventualmente el tiempo permita que el cuerpo se cure a sí mismo, ni aún con los últimos descubrimientos científicos. Nuestra esperanza se mantiene presente con la certeza del saber que estamos en el proceso de determinar la verdad sobre nosotros mismos como hijos de Dios. Como el salmista en el Texto Áureo, ” pues de Él viene mi esperanza.” (Sal 62: 5).

En la Lectura Alternada, la primera epístola de Pedro habla de una “esperanza viva” incentivada por la resurrección de Jesús. Al mismo tiempo, reconoce que hay ciertos “tiempos” de la vida en los que nos resistimos ” ser afligidos en diversas pruebas” y pruebas de fuego que conducen a la “salvación de [nuestras] almas”. Las pruebas son un terreno de demostración. La mayoría de nosotros preferiríamos evitar las pruebas de fuego, pero saber que las pruebas son demostraciones del cuidado de Dios y nos llevan a una comprensión más clara, nos da esperanza. Cabe señalar que Pedro se está encomendando a aquellos que no han tenido una experiencia de primera mano con Jesús y aún, incluso yendo a través de dificultades, están llenos de expectación gozosa. Es posible que algunos de los que lean la lección de esta semana aún no hayan visto una prueba personal del poder sanador de Cristo. Si es así, considere esto como una invitación a unirse a esta “esperanza viva”.

Sección 1: Una Sólida Base para la Esperanza

Estuve escuchando una discusión en YouTube entre un monje budista y un físico sobre la naturaleza de la realidad. Un amigo me sugirió que le prestara atención y me intrigó porque había escuchado algunos conceptos bastante metafísicos de los físicos a lo largo de los años. Pero este físico en particular era un ateo total. No creía en nada después de la muerte, e incluso llegó a decir que todos los seres vivos básicamente tienen una fecha de caducidad, es decir, te dan tantos latidos del corazón, y eso es todo, el juego se acaba. Estaba él orgulloso de ese punto de vista. El monje budista evitó debatir sobre teología, pero señaló que, hasta la fecha, se ha realizado muy poca investigación empírica sobre la “conciencia” y a lo que mucha gente llama el “alma”. Sugirió que quizás el físico pudiera abrir su mente para considerar la posibilidad de algo más allá de las mediciones empíricas, de tal manera que se llegaran a hacer más esfuerzos para investigar la conciencia.

El concepto limitado de vida y conciencia que tenía ese físico fue una de las cosas más deprimentes que he escuchado. Reflexioné sobre lo diferente que me parecería la existencia si creyera en eso. Estaría sin esperanza y sin Dios.

Sin embargo, tenemos buenas noticias: tenemos la Biblia llena de evidencia que nos da motivos para tener esperanza en la vida eterna. Si bien hay hoy, como en los tiempos bíblicos, muchos creyentes que “no han visto” y todavía creen; Debe reconocerse que en la actualidad también son innumerables los que han visto y experimentado de primera mano el poder sanador de Cristo. Para aquellos que han visto, nada puede empañar su fe y esperanza en Dios.

Jeremías es uno que tuvo una experiencia de primera mano que le permitió compartir esta percepción con respecto a la relación de Dios y el hombre: “yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis…. Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová,”(cita B1 — Jeremías 29:11 lo sé, 13, 14.

Pablo también hace esta notable declaración: “… en él vivimos, y nos movemos, y somos” (cita B2 — Hechos 17:28). Como hemos discutido muchas veces antes, la mayoría de los eruditos y teólogos de la Biblia toman las palabras de Pablo de manera metafórica. Pero Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, los toma literalmente. Para mí, las palabras de Pablo son “Mi fortaleza y ​​mi cántico”, que me permiten cantar con el salmista: “No moriré, sino que viviré, y contaré las obras del Jah” (cita B3 — Sal. 118: 14, pág. 17).

El libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, con la Llave de las Escrituras, no razona a partir de evidencia empírica y de sentido material. La autora escribe: “Todos tenemos que aprender que la vida es Dios” (cita S1 — C&S 469: 9 solamente). Esto sigue la línea de pensamiento de Pablo de que Dios, quien hizo todas las cosas, no puede morar dentro de los confinamientos de la materia. Dios, siendo el dador de toda vida, es la Vida misma. Esta Vida de todas las cosas, no se puede definir o limitar a un número finito de latidos del corazón, y ciertamente no depende de un cuerpo para su existencia. Nada puede contenerlo o borrarlo (cit. S3 — C&S 289: 32).El físico y el monje tenían puntos de vista opuestos sobre la vida después de la muerte. Otro punto de vista proviene de la teología cristiana tradicional que ve la muerte del cuerpo como una puerta que lleva a los fieles inmediatamente a la vida eterna. Mary Baker Eddy tenía otra opinión. Ella postula que la vida ” jamás es alcanzable por medio de la muerte”, que el único camino a la Vida es continuar ” caminando por el sendero de la Verdad, tanto antes como después de lo que se llama muerte. ” (cit.4 — C&S 487: 3-6). La confianza en esa declaración se basa en la experiencia personal de la autora. Observa en la cita 5 de Ciencia y Salud que ella acoge el proceso de determinar la verdad antes y después de la muerte (C&S 239: 16). A medida que aprendamos nuestro camino en la Ciencia Cristiana, también nosotros eventualmente contemplaremos la realidad de la vida eterna y todas las glorias que acompañan a esa conciencia (cita 6 — C&S 264: 28).

Sección 2: ¿Qué esperas?

Con las expectativas puestas directamente en Dios, el salmista está plenamente convencido de que Dios es la fuerza de su vida (cita B4 — Sal. 27: 1,8). Con Dios a su lado, no le teme a nada. Proverbios nos asegura que poner nuestras expectativas y esperanza en Dios es un lugar tan seguro como puede ser. Pero aquellos quienes miran al mundo en busca de seguridad, satisfacción y paz siempre se sentirán frustrados, porque no hay un lugar seguro en el pensamiento mundano (cita B5 — Prov. 10:28). En su carta a los Romanos, Pablo observa que los que tienen una mentalidad terrenal contemplan y buscan las cosas carnales, y los que tienen una mentalidad espiritual buscan las cosas del espíritu. Luego nos advierte que el ocuparse en las cosas de la carne conduce a la muerte (cita B6 — Rom. 8: 5-9). Dice que esto se debe a que lo carnal o la mente carnal, , no está sujeta a la ley de Dios. Eso significa que no hay nada compatible entre la carne y el Espíritu. Eso puede parecer un poco demasiado blanco y negro para algunos de nosotros. Nos gusta pensar que podemos encontrar un enfoque más suave, una forma de fusionar los dos. Pero estos dos nunca se encuentran. Entonces, la única forma de alcanzar el Espíritu y la Vida es separarse de la carne.

El pastor contemporáneo Mark Dunagan reconoce la tendencia humana a buscar áreas grises y señala que algunos argumentan que el pecado es permisible, “siempre y cuando su corazón esté en lo correcto”. Pero señala que Santiago 1:14 nos dice que algo sale mal en nuestro corazón cuando las personas se dejan “llevar” por sus propias ambiciones.

Dunagan continúa:

¡Obedecer a la carne y servir a Dios son dos cosas que no se pueden armonizar! Tanto para aquellos que afirman que “el cristianismo no tiene nada que ver con mi vida personal”. Muchas personas se engañan a sí mismas al pensar que pueden servir a Dios de manera aceptable y, sin embargo, aferrarse a una perspectiva mental que está llena de pensamientos inmorales e impíos. Pablo dice, “mientras una persona permita que su corazón / amor / mente / afectos se centren en las cosas de este mundo físico, no hay forma de que esa persona se sujete a la ley de Dios. Por lo tanto, ¡Qué ridículo es decir que mi evangelio enseña que los cristianos pueden continuar en el pecado!

Como sabemos, renunciar a los caminos de la carne es más fácil de decir que hacerlo. La carne detesta ser despojada e inicia la pelea. Aquí es donde tenemos que ponernos con seriedad. Las enseñanzas de la Ciencia Cristiana hacen eco al sentimiento de Pablo y declara que la carne y el mal no deben ser acomodados ni manejados, sino más bien destruidos. A todos nos gusta contemplar las cosas espirituales e imaginarnos a nosotros mismos como santos hasta cierto punto; y esperamos que tal vez algún día en el futuro, de repente perdamos interés en la carne y de inmediato tengamos una mentalidad espiritual. Pero tenemos que hacer el trabajo para llegar allí. El solo pensar en ello no es suficiente. Tenemos que esforzarnos por lograrlo (cit. S7 — SH 10: 12-26). Nuestro libro de texto es contundente acerca de nuestra vacilación para abrazar este esfuerzo, nombrando nuestra esclavitud a la “moda, orgullo y sentido” como disuasivos primarios (cit. S8 — C&S 68: 2). Nuestro remedio es ” Es esforzarnos lo que nos capacita para entrar. Los logros espirituales”.

Se ha dicho que todo “sí” es un “no” a algo y viceversa. Por lo tanto, recuerde que todo “sí” a la espiritualidad y la bondad, es un “no” a la materialidad (cita 9 — C&S 213: 11). Si le resulta difícil decir “no” a la tentación y el pensamiento del mundo, intente decir “sí” al Espíritu. Recuerde, no hay compatibilidad entre ellos, por lo que concentrarse en el Espíritu ayudará a resistir el mal. Del mismo modo, centrarse en las cosas materiales interfiere con nuestros esfuerzos hacia la espiritualidad. Lo siento, pero así son las cosas. Así que haga su elección y defienda su posición.

Hoy en día es popular decir algo como “todos los caminos conducen a la verdad”. Pero Ciencia y Salud declara: “Hay un único camino que conduce al cielo, la armonía, y el Cristo en la Ciencia divina nos muestra este camino. Es no conocer otra realidad —no tener otra consciencia de la vida— que el bien, Dios y Su reflejo, y elevarse sobre los así llamados dolores y placeres de los sentidos” (cita 10—C&S 242: 9). Si bien es cierto que todos eventualmente se despertarán a la realidad de la vida eterna, realmente se no puede esperar llegar allí a través de la indulgencia de los sentidos materiales. En algún momento, incluso ese camino tendrá que abandonarse por un camino espiritual.

Sección 3: El Camino es Recto y Estrecho. ¡Léelo de Nuevo!

En Instagram, es común ver algo de sabiduría popular que termina con la frase “Léelo de nuevo”. Eso es lo que hace esta sección. En caso de que este punto descrito en la Sección 2 no “te haya llegado en su totalidad”, la Sección 3 te lo detalla. Tendemos a recordar sólo lo que queremos escuchar, por lo que se repite este punto importante: “El camino es recto y estrecho” (cita B9 — Mateo 7: 13,14).

Note que la introducción a esta sección es realizada por Lucas 4:14 (cita B7) que menciona que Jesús regresa “en el poder del Espíritu”. Se refiere a su salida del desierto victorioso después de una dura batalla con Satanás. El adversario le prometió todo, incluyendo una forma que le permitiría a Jesús sobrepasar las pruebas que enfrentaría. Pero Jesús resistió y permaneció firme en la obediencia a Dios y en la fiel adhesión a su misión.

En Lucas 10: 25-28 (cita B8) un abogado cuestiona a Jesús. En su comentario sobre Lucas, un prolífico contemporáneo de Mary Baker Eddy, Joseph S. Exell (1849-1910) señala que la gente generalmente esperaría que un abogado sea sincero al cuestionar a alguien de la posición de Jesús, y él le haría una pregunta honesta. Pero este abogado está provocando a Jesús. Exell escribe: “Hizo una pregunta correcta, pero la hizo con el espíritu equivocado”. ¿Alguna vez has hecho eso? A veces sabes la respuesta correcta antes de preguntarla, pero en la extraña posibilidad de que obtengas una respuesta más de tu agrado, realizas la pregunta de todos modos. El Cristo siempre nos da la respuesta que necesitamos, incluso si preferimos que sea otra cosa. El Cristo siempre nos mantiene en el camino correcto.

Jesús dijo que solo tenemos que preguntar y encontraremos nuestras respuestas claramente. La opinión en el mundo arroja una red muy amplia y tolera todo tipo de posibles caminos a seguir. Pero el camino hacia el Espíritu y la vida eterna es recto y angosto. Nadie dijo que seguir ese camino sería fácil. La naturaleza humana se rebela a cada paso. A veces pagamos caro por intentar entrar por la puerta a la vida de otra manera, pero Pablo nos asegura que nuestros sufrimientos actuales no son nada comparados con los beneficios que recibiremos por la obediencia (cita B10 — Rom. 8:16, 18, 19).

Nuestro libro de texto reitera el tema de esta sección: “Recto y angosto es el camino que lleva a la comprensión de que Dios es la única Vida (cita12 — C&S 324: 13). Lo que sigue es un reconocimiento de que este camino no es fácil. Es un confrontamiento. Pero no solemos actuar con la urgencia del confrontamiento. De alguna manera nos dejamos llevar y tratamos de arreglarnos con las pocas dificultades que imaginamos con lo que podemos salir con lo nuestro. La autora de Ciencia y Salud no anda con rodeos. Básicamente dice que no podemos quedarnos sin hacer nada y no prestar atención a las directivas espirituales mientras esperamos encontrar un camino que nos lleve a la vida celestial eterna (cita13 — C&S 409: 28). Esto se remonta a la antigua creencia teológica de que morir te lleva al cielo. Ciencia y Salud dice que si tú no prestas la atención a las enseñanzas espirituales aquí, no estarás listo para la vida espiritual en el más allá. La única forma de llegar allí es comenzar ahora mismo a vivir de acuerdo con la ley espiritual y seguir el ejemplo de Jesús (cita14 — C&S 192: 27-29).

Esto requiere intención, dedicación y obediencia, y puede ser difícil, pero no imposible. De hecho, es algo natural para todos. Puede ser que no lo entendamos todo en este momento, pero eventualmente lo haremos. Tal como Jesús nos dijo, todo lo que tenemos que hacer es pedir, así que aquí, todo lo que tenemos que hacer es comenzar donde estamos y practicar lo que aprendemos (cita15 — C&S 406: 20-25). La Verdad no cambia. Lo que era cierto hace siglos sigue siendo cierto hoy. Nuestra parte es pedir, confiar, aprender y obedecer llevando a la práctica lo que aprendemos. Puede que no sea lo que queremos aprender, pero esa no es nuestra alternativa. Si queremos llegar allí, presta atención y obedece (cit.16 — C&S 495: 2-3, 20).

Sección 4: Prueba Duradera

En la Sección 3 vimos que Jesús no tomó al ser tentado los métodos mundanos y pasar por alto el difícil trabajo que tenía por delante. Jesús enfrentó más desafíos de los que la mayoría de nosotros pudiera imaginar, y obtuvo la posición de esperar que otros también sigan ese camino estrecho. Su ejemplo enfureció a los líderes religiosos de su tiempo hasta el punto en que lo condenaron a muerte (cita B11, Marcos 14: 55,56, B12 — Marcos 15: 1, 25). Si Jesús hubiera tomado un camino mundano, o hubiera conllevado a la opinión pública, es posible que no lo hubieran crucificado. Pero, entonces tampoco nos habría dado evidencia de vida eterna. Todo lo que enseñó hubiera continuado siendo teórico.

Por difícil que fuera, Jesús enfrentó obedientemente el desafío y, como nos dicen las Escrituras, venció la tumba y fue visto varias veces por sus discípulos y otras personas. Se apareció primero a María Magdalena (cita B13 — Marcos 16: 1, 5-7, 9, 10). La victoria de Jesús sobre la tumba ofreció una prueba de todo lo que había dicho, y fue el evento lo que cimentó su mensaje y cambió el mundo. Como dice Pablo en The Amplified Bible, “el hecho es que Cristo (el Mesías) ha resucitado de entre los muertos, y Él se convirtió en el impacto de quienes han caído en el sueño [ la muerte]”.

Aunque todas las iglesias cristianas basan su mensaje y su existencia en la Resurrección de Jesús, existen diferentes puntos de vista sobre lo que realmente sucedió. La comprensión de Mary Baker Eddy acerca de esto se basa en su comprensión de que Dios es la única Vida y dado a que Dios es la Vida misma, para nadie puede ser borrado. Ella señala que Jesús podría haber escapado de sus enemigos evitando así la agonía de la crucifixión. La mayoría de los teólogos creen que eso significa que él pudo haber usado un poder milagroso para destruir a sus enemigos o ceder a sus burlas para bajar de la cruz, pero me parece que cuando ella dice que él “tenía el poder de renunciar a un sentido humano de la vida a cambio de su identidad espiritual”, estaba diciendo que él pudiera haber ascendido sin la crucifixión. Sin embargo, permitió que los hombres intentaran destruirlo para cumplir su misión: demostrar que nada podía destruir nuestra Vida (cita 17 — C&S 51: 6). La materia no tiene vida para dar o perder porque Dios es nuestra Vida. Como lo vio Mary Baker Eddy, Jesús pasó sus tres días después de la crucifixión en oración consagrada para probar todo lo que enseñó (cita 18 — C&S 44: 5).

Ciencia y Salud define la Resurrección: “Espiritualización del pensamiento; una idea nueva y más elevada de la inmortalidad, o existencia espiritual; la creencia material cediendo ante la comprensión espiritual.” (cita 19 — C&S 593: 9). Al examinar cada frase, notamos que esta definición es única en la teología cristiana. Cada frase describe una condición que cada uno de nosotros puede cumplir. La Resurrección no es solo regresar de entre los muertos. Es el despertar de la creencia de la vida en la materia y darse cuenta de que lo que llamamos “muerte” no es el final en absoluto.

De hecho, en la Ciencia Cristiana, se espera que progresemos fuera de las creencias del mundo a través de la espiritualización del pensamiento (cit.20 — C&S 265: 5). Esta no es una teoría en tinieblas, sino un camino práctico a todos seguir (cit. 21-C&S31: 14-17). Entonces, si la Ciencia Cristiana enseña que la muerte del cuerpo no es un camino hacia la vida, ¿qué es, si es que hay algo, que muere? Es nuestro falso sentido material y pecado. Cuando dejamos ir lo mortal que parecemos ser, se revela nuestra vida real y eterna (cita 22 — C&S296: 10).

Sección 5: De la Derrota Surge el Secreto de la Victoria

Esta sección plantea algunas preguntas interesantes. La captura, el juicio y la crucifixión de Jesús habían sucedido muy rápidamente. Solo una semana antes parecían estar entrando triunfalmente en Jerusalén, pero ahora los discípulos estaban abatidos. A quien pensaban que era el Redentor de Israel había sido ejecutado. Mientras dos de ellos caminaban hacia Emaús, ¿podría haber sido tan fuerte su desilusión y su dolor que no reconocieron a Jesús cuando se les acercó? Si leemos esta cita fuera de contexto, perdemos el hecho de que estos hombres ya habían escuchado que la tumba de Jesús fue encontrada vacía, y hubo informes de que estaba vivo. Sin embargo, aun así, no podían comprender que era verdad. Parte de su decepción parece deberse a que Jesús no cumplió la misión de la manera que esperaban.

Mientras Jesús caminaba con ellos, le contaron los acontecimientos de los últimos tres días y le expresaron su decepción. Jesús los llamó “insensatos” y “tardos de corazón”. ¿Cómo podían estar tan reacios a aceptar todo lo que los profetas habían escrito y todo lo que Jesús había enseñado solo porque no encajaba en sus conceptos limitados? Jesús volvió a asumir su papel de maestro y los instruyó en todas las Escrituras que se decían de él. Aunque habían llegado a su destino, todavía no entendieron el mensaje. Se sintieron movidos a invitar a Jesús a quedarse y comer con ellos. Él consintió y cuando bendijo y partió el pan y se los dio, sus ojos finalmente se abrieron.

Al considerar este relato, piense en un momento en el que podría haber tenido una aparente reversión negativa de la fortuna. Las cosas iban muy bien y luego te quitaron la alfombra. Nada salió como esperabas. En esos momentos, el Cristo todavía está pacientemente ahí para nosotros, recordándonos las Escrituras y permaneciendo con nosotros cuando necesitamos más ayuda, hasta que recibimos el mensaje. Podemos encontrar consuelo al reconocer las lecciones que cada uno de nosotros debe aprender a medida que avanzamos en nuestro entendimiento espiritual. Algunas lecciones son muy difíciles. Como los alumnos de Jesús sintieron la necesidad de que él se quedara con ellos sin saber necesariamente el resultado, o quién era, nosotros también podemos seguir nuestra inclinación a permanecer con Cristo hasta que encontremos nuestras respuestas.

Las Escrituras están llenas de ejemplos de derrotas convertidas en victoria mediante la curación y la obediencia a la dirección divina. Para Pablo, la victoria de Jesús sobre la tumba fue una prueba de que, incluso cuando nos enfrentamos a las situaciones más amenazadoras, Cristo nos muestra el camino hacia la victoria. (cita B16—1 Cor. 15:55, 57).

Para Mary Baker Eddy, la caminata a Emaús fue una prueba de un “estado probatorio y progresivo más allá de la tumba” (cita 23 — C&S46: 5, 20-26). Note que en su descripción de los eventos alrededor de la crucifixión ella usa las palabras, “después de lo que pareció ser su muerte”. Para los sentidos, ciertamente puede parecer que el pecado, la enfermedad y la muerte son realidades. Especialmente en el caso de la muerte, la evidencia de los sentidos parece ser irreversible. Pero no lo es. Aunque los que lo rodeaban se habían rendido, Jesús no lo había hecho. Jesús continuó trabajando y orando durante toda la experiencia. Jesús no solo demostró que la apariencia de la muerte no fue tan definitiva como todos creen, sino que también demostró que la muerte no es el paso hacia la vida eterna. Incluso después de lo que parece ser la muerte, todavía queda trabajo por hacer hasta que nos elevemos completamente más allá de todas las condiciones materiales. Esto es cierto para todos nosotros. Nosotros, como Jesús, “debemos alejarnos del sentido material para entrar en el sentido espiritual del ser” (cita 24 — C&S 41: 6).

Sección 6: ¿Te Estás Chocando en Contra de una Pared? ¡Continúa Moviéndote!

Si alguien sabía acerca de la lucha que conlleva el crecimiento espiritual, ese era Pedro. En su segunda carta nos insta a “crecer en la gracia” (cita B17-2 Pedro. 3:18). Muchos consideran su conversión y despertar espiritual como un acto de gracia, pero la conversión y el despertar son solo los primeros pasos. Si no continuamos creciendo, seguiremos siendo niños en la fe o nuestra fe se desvanecerá. Pedro se había enfrentado a muchos más altibajos. Según los evangelios, su primer encuentro con Jesús resucitado fue después de una noche de pesca sin pescar nada. Ahora, incluso después de ver a su Maestro resucitado desde la crucifixión, todavía está experimentando mucho remordimiento y letargo. Les dice a sus compañeros discípulos que se va a pescar y ellos se unen a él (cita B18 — Juan 21: 2-6, 9, 12, 14). ¿Qué más pueden hacer? Parece que están solos y han perdido el ímpetu para llevar adelante la misión de su Maestro. ¿Alguna vez te has sentido así? Has tenido extremos de júbilo y abatimiento, y después de una pausa solo quieres volver a la facilidad de algo cómodo …

Como en el primer encuentro de Pedro con Jesús, nuevamente no pescan nada durante la noche; y por la mañana, Jesús les dice que echen sus redes por el lado derecho. Una vez más sus redes se llenan de peces, y enseguida se dan cuenta de que es Jesús en la orilla. Cuando llegan allí, él ya tiene el desayuno esperándolos. A partir de ese día, los discípulos dejan atrás sus antiguas vidas y abrazan plenamente la causa de su Maestro. En algún momento de nuestros viajes espirituales, dejaremos atrás todos nuestros caminos del mundo para la búsqueda de la vida espiritual.

La carta de Pablo a los Colosenses se refiere a Cristo como “vuestra vida” (cita B19 — Colosenses 3: 4). Dunagan escribe: “El cristiano gana mucho al entregar su vida a Cristo. Tenga en cuenta que cuando el cristiano abandona el “yo”, abandona algo muy pequeño, muy poco importante a la larga. Al renunciar al “yo”, ganamos “vida” y, finalmente, obtendremos la gloria eterna “.

Mary Baker Eddy esperaba que los científicos cristianos también abrazaran plenamente a Cristo. Eso no significa que tengamos que renunciar a todos nuestros trabajos. Significa que tenemos que dejar que el mundo nos defina e incorporar búsquedas espirituales en nuestras vidas. Debemos celebrar la victoria de Jesús sobre la muerte y sobre la vida material misma (cit. 25 — C&S35: 10). También se espera que obedezcamos y sigamos el ejemplo de Jesús bebiendo de su copa, participando de su pan y siendo bautizados con su pureza (cit.26 — C&S 31: 17-22). Es decir, estar dispuesto a hacer el trabajo necesario para comprender y demostrar lo que se nos enseña.

En las últimas tres citas de esta Lección (citas 28—C&S 254: 10, C29 — C&S 485: 14-17, C30 — C&S 326: 20-21) nuestra Líder promete que mientras esperamos en Dios y buscamos honestamente la Verdad, Dios nos guiará con seguridad por el camino. Ella no espera que nos entremos en esto a ciegas, sino que lo hagamos paso a paso. Comenzar bien no es tarea fácil. Ella no pretende que será fácil, pero promete que, si abordamos la tarea con honestidad y sinceridad, con verdaderos motivos, Dios nos mostrará el camino.

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