¡Nunca pierdas una oportunidad de bendecir

[¡Nunca pierdas una oportunidad de bendecir!]

John Biggs, C.S., St. Louis, Missouri
Publicado Lunes 16 de octubre, 2017

Ideas metafísicas para su aplicación, de la Lección Bíblica de la Ciencia Cristiana sobre

"Probación después de la muerte después de la muerte"

para Octubre 16-22, 2017

preparado por John Biggs, CS de Maryland Heights, MO

(JohnBiggsCS@gmail.com JohnBiggsCS.com) 541.418.1176 / /

[¡Nunca pierdas una oportunidades de bendecir y ser bendecido y restaurado a una renovación de vida!]

Traducción libre de P. Kelly autorizada por Warren Huff

¿Qué es lo que estamos deseando, para que nos estamos preparando, por qué estamos optando? ¿Nos estamos preparando para la muerte, corriendo una carrera de locos en nuestros años laborales para poder luego tener unos pocos cómodos años de retiro o jubilación? ¿Estamos tan enfocados en el bien o en el mal que predecimos para el futuro, que perdemos nuestras oportunidades para bendecir y ser bendecidos en este mismo instante? Me encanta el énfasis en Hebreos 12:1, "corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante." La carrera que ESTÁ puesta delante de nosotros, no la carrera que nosotros creemos que está ahí. No tenemos que correr la carrera de locos en nuestro trabajo, la carrera por subir la escalera social, ni la carrera tipo Viernes negro de compras del mercantilismo y del materialismo. Correr con paciencia verdaderamente significa, en el contexto del original griego, correr con persistencia, resolución, y coherencia; quiere decir que no se nos alienta a sentarnos y esperar a que el bien venga, sino a participar y a comprometernos sin reservas con, y como, la manifestación de Dios.

La Lección Bíblica de esta semana nos ayuda a considerar como podemos, de la manera más eficaz, estar intencional y conscientemente presentes con Dios; y lo que este discernimiento correcto y esta activa reflexión significan paran nosotros, siempre

Voy a utilizar muchas veces las palabras "sin reservas" en este Met. Algunos sinónimos de "sin reservas" son abiertamente, voluntariamente, con ganas, sin ninguna restricción, intencionadamente, sin cuestionar (y hay más en:

http://lenguaje.com/cgi-bin/Thesauro.exe?edition_field=abiertamente&B1=Buscar)

Texto Áureo: Bastante directo y sencillo. Hay un montón de oportunidades para conversar con este texto y el comprometernos con él: ¿estamos de acuerdo con él, en desacuerdo, mayormente de acuerdo, creemos que debe haber una adición o agregado…? Usando este Texto Áureo como un lente a través del cual podemos leer la Lección Bíblica, parece claro que sólo vamos a ver los beneficios, las oportunidades, la plenitud -de hecho, la salvación- descriptas en la Lección a medida que miramos sin reservas a Dios y a las enseñanzas y al ejemplo de nuestro Maestro, Cristo Jesús. Cuando consideramos la naturaleza incondicional de nuestra devoción que este Texto Áureo exige, encuentro inspiración en el propio ejemplo de la Sra. Eddy, que se describe en la página 269 de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras:

"El testimonio de los sentidos materiales no es ni absoluto ni divino. Por lo tanto, yo me planto sin reservas en las enseñanzas de Jesús, de sus apóstoles, de los profetas, y en el testimonio de la Ciencia de la Mente. Otros fundamentos no hay." (269:21-25)

Lectura Alternada: En sus propias palabras, Jesús nos está diciendo a todos que si miramos a una personalidad corpórea (la de él, la nuestra, un modelo de rol…), entonces no podemos evitar quedarnos cortos. Debemos mirar a, ser informado por, estar totalmente dedicado a, Dios, el bien. Aquí hay un ejemplo maravilloso de los tesoros que la Ciencia Cristiana trae a la mesa. Cuando pensamos en cómo podemos mirar a Dios, cómo todo el poder es de Él, no estamos buscando algo que intentemos simplemente imaginar, a alguna gran persona en el cielo o algún sentido de emoción abstracta, glorificada. Estamos mirando para ver lo que el Amor está haciendo, lo que la Mente conoce y cómo nosotros podemos conocer lo mismo, como el Principio está por encima de persona o lugar y es supremo.

Sección 1: Si queremos ser incondicionales en nuestra devoción a Dios, para ver la plenitud de Su gloria ahora y para siempre, entonces debemos ser obedientes. El sentido humano, el egoísmo personal, la voluntad humana, se rebelan contra el llamado a la obediencia, porque quieren ser el centro del éxito; pero en realidad no saben cómo mirar fuera de sí mismo. Por lo tanto no necesitamos inquietarnos si parece haber resistencia a seguir humildemente la Palabra de Dios, resistencia a aprender a mirarlo a Él para nuestro sentido de la salud, de la realización, del éxito… Simplemente perseveramos con paciencia, como dice el autor de Hebreos (como lo he descrito anteriormente en la introducción a este Met). Las tentaciones de ser egocéntricos no son realmente nuestro pensamiento, así que no necesitamos frustrarnos si esos pensamientos nos vienen (y probablemente vendrán – recuerda, incluso Jesús fue tentado, tal como se describe vívidamente en Mateo 4). Sólo necesitamos discernir lo que es verdaderamente nuestro – lo que viene de Dios y lleva a Dios – y lo que no es nuestro.

Sección 2: dos aspectos específicos de la obediencia se ponen muy de relieve en esta sección: la devoción y la restauración. Activamente, con intención y proactividad (sinónimos cercanos de ese plantarnos sin reservas en el testimonio de la Mente, tal como la Sra. Eddy lo expresaba en la cita anterior de CyS pg. 269), miramos a Dios para saber lo que realmente está sucediendo y de donde provienen nuestro sustento, salud y vida. Nos encanta utilizar cada oportunidad para nutrir nuestro sentido espiritual a fin de que podamos ver más allá de la evidencia de los sentidos materiales. Nuestra salud, nuestra provisión, nunca se definen por la evidencia de los sentidos materiales. Más bien, ver lo qué – y de la manera como – Dios ve, es participar en la frescura y vida intrínseca que Dios eternamente es. Esto permite que nuestro pensamiento y, por tanto, nuestra experiencia, sean transformados. Esta transformación incluye la curación – y aun la restauración a la vida. Dado que Dios es eternamente presente, tiene sentido que la devoción a Él nos permitirá a nosotros verlo a Él y a Su manifestación, -incluyendo salud, provisión, y resurrección a una vida nueva – más claramente, ahora mismo, y no sentir que tengamos que esperar hasta una fecha futura para ver ese bien prometido.

Sección 3: Me encanta la fuerza de las citas Bíblicas iniciales y finales en esta sección. De nuevo, debemos sentirnos libres para participar en una conversación con estos textos, y durante esa conversación, recuerda orar para realmente sentir la Palabra de Dios, informándote y moviéndote a ti; no estamos realmente interesados en especulaciones puramente académicas o teóricas. Esta sección también continúa con un tema de la sección anterior. La muerte no es un amigo, y no necesitamos sentir que estamos dirigiéndonos inexorablemente a – o en la actualidad en – un cese de nuestra salud o de nuestro bien. Dios está aquí, todo Él (completo), y podemos ver eso a medida que nos dediquemos y consagremos a nuestro Padre-Madre.

Para continuar con la imagen de correr en una carrera, de Hebreos 12: cuando un corredor de carreras, corre ¿se preparan ellos para detenerse? ¿Están pensando, "OK, estoy a medio camino, me gustaría empezar a prepararme mejor para detenerme"? Incluso en la línea de llegada, ¿se detienen o corren al atravesar la línea? Así, en nuestras vidas, en nuestra práctica de la Ciencia Cristiana, ¿estamos dedicados a la excelencia espiritual que está presente aquí mismo, o estamos mirando delante y determinando nuestro presente por esas imaginaciones acerca del futuro? Permanecer en el presente [ -junto con Elias…la Ciencia Cristiana] y estar dispuestos a confiar en su sentido espiritual es lo que le permitió a Eliseo ver la transición de Elías y así todo su sentido del ser y su capacidad fueron transformados. Nosotros podemos hacer lo mismo.

Sección 4: La Cita B12 es la bien conocida llamada al arrepentimiento por parte de Jesús. Muchas personas están familiarizadas con la palabra griega metanoia que equivale más o menos a arrepentirse tal como es usada esta palabra en el Nuevo Testamento. La palabra significa dar la vuelta, reconsiderar la posición de uno y avanzar desde este nuevo punto de vista. También implica una noción más bien individual y singular y propia de esta vuelta (o giro) y transformación del pensamiento y de la vida. Sin embargo, también debemos considerar la palabra hebrea para arrepentirse, shuv, que considera al arrepentimiento como una participación activa en la justicia, lo que implica necesariamente un compromiso mucho más comunal, participativo. Jesús probablemente hubiera hablado en arameo, pero también él se sentiría muy cómodo con el hebreo, por lo que es perfectamente razonable considerar aquí el hebreo y no sólo el griego en que el texto fue escrito. En cualquier caso, metanoia no excluye shuv, pero si ignoramos las implicancias más activas y comunales de shuv, corremos el riesgo de perder la profundidad de un arrepentimiento vivido.

No debemos meramente pedir ver más claramente – practicar nuestro sentido espiritual y nuestro incondicional apoyo en Dios – para que nuestras vidas puedan ser mejoradas, sino mejor que eso es vivir de tal manera que todos puedan ver el sustento del pan de vida. Esto es a lo que apunta la cita B13, cuando Jesús dice, "serán todos enseñados por Dios." No tenemos una responsabilidad personal para la salvación de los demás, pero si tenemos la responsabilidad de demostrar con nuestras vidas lo que significa comer del pan de vida. La vieja parábola: "puedes llevar a un caballo hasta el agua, pero no puedes obligarlo a beber" es ciertamente verdadera; pero si olvidamos el efecto comunal del verdadero arrepentimiento, corremos el riesgo de perder la profunda importancia de beber tan profundamente en el pozo de la vida que otros puedan llegar a ver claramente cuan maravilloso es esto, y de hecho ser bendecidos por tu compromiso con la Palabra. La Sra. Eddy sugiere acerca de esta comunidad cuando ella concluye su breve artículo, "Lo que dice nuestra Guía",

"Los buenos pensamientos son una armadura impenetrable; revestidos con ellos estáis completamente protegidos contra los ataques de toda clase de error. Y no sólo vosotros estáis a salvo, sino que todos aquellos en quienes reposan vuestros pensamientos también son por ello beneficiados." (Mi. 210:8)

Si estamos realmente presentes, realmente comprometidos con el arrepentimiento e inclinándonos más y más a Dios, sin reservas, esto nos une más estrechamente con un verdadero, elevado, sentido de comunidad – no importa cuántas personas (muchas o pocas) están alrededor nuestro.

Para poner en alto relieve el foco específico de la Lección, la creencia en la muerte es una que parece ser la separación definitiva. La crucifixión de Jesús parecía la separación definitiva de su misión, familia y amigos [pero él nos mostró a nosotros cómo se preparó para este evento, mediante la oración para si mismo, para sus discípulos y para nosotros, tal como expresa el capítulo 17 de Juan (B14)]. Las citas del Capítulo 1 y 2 de Hechos (B16 y B15) muestran lo crucial que fueron la crucifixión y la resurrección de Jesús en el explosivo crecimiento de la primitiva iglesia cristiana.

La Sra. Eddy expone en el Quinto Artículo de Fe de la Ciencia Cristiana (y dado en la cita C16), que, en lugar de ser la sentencia de muerte de la esperanza de la salvación, la crucifixión y la resurrección nos elevan por sobre la creencia de la muerte y del gobierno de la mortalidad. [Esto está en el medio de tres Lecciones Bíblicas, cada una de las cuales saca a luz uno o más de los Artículos de Fe] Deberíamos apreciar más profundamente cada Artículo. (y esta semana dejar de pasar por alto la importancia de la crucifixión y resurrección). Así como no es útil ignorar las situaciones en nuestras vidas cuando ellas son desafiantes, así aquí más bien necesitamos profundizar y orar más sin reservas, para sentir esa transformación, ese momento de resurrección. Esto, en parte, es lo que el Quinto Artículo de Fe nos asegura: que la crucifixión (o esos momentos en nuestras vidas que los sentimos como la tragedia definitiva) no es el final de la historia. El sacrificio de Jesús y su ejemplo que nada está perdido y todo está ganado en esa humilde confianza en el cuidado de Dios, fue un regalo para todos nosotros, y deberíamos dejar que ese ejemplo sea luz para nosotros.

Sección 5: Uno de los retos de la comunidad es que puede ser fácil ser tentado a sentirse evaluado, juzgado, o incluso excluido por otros. Ya se trate de alguien que nos miró raro cuando pasábamos por un pasillo, o de una discusión en internet que se ha disparado y está fuera de control, o simplemente de las comparaciones con las vidas de otras personas y que tu estés juzgando tu valor y tu éxito basado en esas comparaciones, todos tenemos frente nuestro a la tentación de mirar a otras personas para las evaluaciones de nosotros mismos.

Como se considera en la sección anterior con la crucifixión de Jesús, y aquí en la cita B19 (con el apedreamiento a Pablo), vemos cómo a veces, otras personas reaccionan con desaprobación, o incluso en forma violenta, contra nuestros intrépidos testimonios de la Verdad divina. Pero la perseverancia en la oración, demostrada aquí por Pablo y sus compañeros apóstoles, trajo la curación y la continuación de su misión. Ya sea estemos orando por la paz en la difícil situación de los refugiados rohingyas, por los refugiados globales, por un desafío al que nos enfrentamos, o por cualquiera de las situaciones individuales o comunales por las cuales nos sintamos impelidos a orar, nosotros también podemos persistir en nuestro fiel testimoniar, tal como lo hicieron Pablo y los apóstoles.

Nunca se debe dejar que las acciones y reacciones de los demás sean un factor determinante en cuanto a si nosotros continuamos o no, con firmeza, en vivir nuestra fe.

En su lugar, como vemos en todo el libro de Hechos, la persistencia ciertamente produce frutos en curaciones, en la restauración de la comunidad, y en la transformación individual.

¡Nunca renunciar!

Sección 6: nuestras vidas, todo nuestro sentido de nosotros mismos, serán transformadas. Esto no depende de ninguna evaluación material -la pobreza, la ubicación en la tierra, ni siquiera de la vida orgánica- sino en el sorprendente hecho de que el Amor divino es tan consistente, tan confiable y actual, puesto que es el Principio del universo. La Vida, siendo Dios, es eterna; la Fuente, siendo eterna, su reflejo y manifestación simplemente reflejan esa naturaleza divina. Aunque este hermoso artículo "Siempre en el hogar" por Michelle Nanouche trata específicamente acerca de su hogar, tiene gran relevancia e ilustra acerca de nuestro sentido de nuestras propias vidas. Un párrafo afirma,

"Entonces, ¿Qué es lo que realmente constituye tu hogar? Mientras que tú puedes considerarlo el lugar físico donde tú vives – una casa, un apartamento, un bote, una tienda, una cabaña, una casa rodante, un refugio temporal, o incluso una cueva – en realidad, todos nosotros residimos en el Espíritu, en el reino de la Mente, en Dios, donde mora la conciencia del bien divino. Sencillamente, nuestra casa consta de las substanciales ideas espirituales del bien que nosotros vivimos y convertimos en nuestra compañía. Estas ideas son las que producen una atmósfera de bienestar. El hogar es, por tanto, no-local. No está delimitado por un domicilio en particular. El hogar está centrado en la conciencia, en nuestro conocimiento individual del bien. Cada uno de nosotros puede sentirse como en casa en cualquier lugar, porque en verdad, llevamos nuestra conciencia de la presencia de Dios con nosotros en todas partes."**

**De la sección 6, un artículo del 24 de julio de 2006 del Christian Science Sentinel por Michelle Nanouche (accesible incluso sin una suscripción a JSH-Online): Https://sentinel.christianscience.com/shared/view/1gzrq0sx8re?s=t

El sentido que tenemos de nuestras vidas puede ser profundizado y ampliado – incluso completamente transformado – al aplicar estas ideas sobre lo que realmente constituye el hogar, a lo que creemos nos constituye a nosotros mismos.

La transformación del Espíritu no es realmente algo que pueda ser conjeturado; y en la cita B22 Pablo es muy honesto en su negativa a utilizar la imaginación para tratar de convencer a sus lectores de lo que sucederá. En vez de ello, él nos invita a todos a entregarnos a descartar la corrupción del sentido material; y Pedro concluye esta Lección Bíblica con una bendición que eleva nuestros corazones y nos alienta a realmente practicar este apoyarnos sin reservas en Dios. Este es un gran día para aceptar estas invitaciones atemporales, y las “preciosas y grandísimas promesas” (B23)

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